5/5/07

TURRONERO (y II)



-Antonio Mairena decía que el flamenco era una circunferencia cerrada, ¿tú qué opinas de esto?

-Yo respeto muchísimo la opinión de Antonio, pero yo he sido parío por diferente madre, por lo tanto, en ese sentido tengo una opinión diferente. Antes he dicho que el flamenco es un arte vivo, y por ese motivo susceptible de evolución. Yo lo que sí entiendo es que cantar flamenco es un cuarto muy reducío, no es de bullas ni de correr; como decía «Caracol»: «Pa cantar y torear, despacito». Y también entiendo que el duende no se ve, pero se nota; el duende, bajo mi punto de vista, es como un globo de cristal muy frágil, que en cualquier momento puede romperse.

-¿Tú crees que los gitanos son anárquicos en el cante? Porque tenemos los ejemplos de Manuel Torre, Caracol, Chocolate, Terremoto, etc., que en un momento determinado se salen de compás para después volver a él.

-Los gitanos somos anárquicos por naturaleza. Pero eso es debido al sentido del compás que tenemos. Que «Caraco1» o «Terremoto», en ocasiones, les pasaba eso, sí que es verdad, se podían salir de compás en un momento determinao, pero al instante lo recogían de nuevo.

Mira, un niño no gitano, cuando está en la cuna, la madre le canta:

Duérmete niño chiquito
que viene el coco...


En cambio, la madre gitana le canta:

y su pare lo quiere
potiquitiquito que yo quiero
capuri camato...


y desde pequeño le va metiendo el ritmo, este compás.

Esto no quiere decir que un «gachó» no pueda tener también ese ritmo. Tú dale un niño payo a una gitana canastera que lo críe y verás si aprende a tener ritmo. La prueba la tenemos, por ejemplo: El Buiza que era «gachó», pero se quedó sin madre y lo crió una gitana del barrio Santiago de Jerez, yo lo he visto bailar que quitaba el sentío. Paco Laberinto, otro, «gachó» de Bilbao, cuñao de Terremoto, pero criao entre los gitanos del Arco Santiago, ¿quién baila mejor que ese? Ansonini, «gachó» del Puerto, ¡cómo bailaba por bulerías! Bueno, desde luego hay que tener oído, porque yo conozco gitanos que no cantan cuadrao ni en una caja de zapatos.

-Entonces Manuel, ¿hay cante gitano y cante payo?

-Sí, sí existe el cante payo y el cante gitano, y digo esto sin ser racista.

¿Canta un «gachó» igual por siguiriyas que un gitano? No, porque tiene diferente mascullación, por lo tanto, existe el cante gitano, como existe el cante payo.

-¿Han sido los gitanos más conservadores y guardadores del flamenco que creadores?

-Mira, el gitano nunca ha sido amigo de hacer bombas. Siempre le ha gustado la libertad. ¿Por qué los gitanos duermen en el campo? , porque les encanta la libertad, siempre ha sido una raza libre. El gitano lo que ha hecho siempre es ser músico, por ese sentido del ritmo que antes hablábamos. Puede que en esto que me preguntáis haya algo de razón, pero lo que no cabe duda es de que los mejores cantaores que ha dao la historia, la mayoría son gitanos.

-Siempre es importante vuestra opinión, la opinión de los artistas, ¿quién crees tú que debe otorgar la llave del cante?

-Lo que debemos de hacer es preocuparnos de cantar y olvidarnos de la llave. Pero en el supuesto de que haya que entregarla, creo que quien tendría que hacerlo sería un jurado compuesto por artistas viejos. Ahí tienes, por ejemplo, a un Perrate, que ha cantao muy bien, que sabe de cante muchísimo y además ha conocido a muchos cantaores, personas así son las que deberían otorgarla. Porque mira -y no quiero que con esto os molestéis los aficionaos-, los aficionaos podéis tener nociones de lo que es el cante, pero para mí, el que sabe de cante es el que canta y el que toca, y no todos.

-¿Tú crees que están saliendo en la actualidad nuevos valores en el flamenco?

-Yo lo único que leo de flamenco es la revista que editáis vosotros, porque ni escucho radio ni nada, por lo tanto, no te puedo decir si están surgiendo nuevos válores; porque procuro -cuando no actúo- desvincularme del flamenco, para que cuando tenga nuevamente que actuar cogerlo con ilusión.

-Siempre que hemos hablado contigo hemos observado que en tu conversación siempre hablas de toros.¿A qué se debe esto?

-Porque es mi profesión frustrada. Yo desde pequeño quería ser torero, antes que cantaor, pero no pude llegar porque no tenía el conocimiento Que se tiene con la edad: si hubiera tenido los conocimientos que hoy tengo del toro y sin miedo, hoy sería figura del toreo. Hablo de toros continuamente porque encuentro un enorme paralelismo entre el toreo y el cante. Si toreas con el capote despacio te estás quejando por siguiriyas. Si yo tuviera un hijo varón me gustaría que fuera mataor de toros, pero de los buenos, no del montón.

-Cambiemos de nuevo el tercio. ¿Qué consideras tú que ha aportado el Lebrijano al cante flamenco?

-Bueno, estás hablando de uno que es primo hermano mío. Para mí es un gran cantaor, que ha aportado cosas nuevas al flamenco, desde luego, como ha aportado Mairena, porque la soleá de Alcalá era así de corta y Mairena la ha engrandecío. Que a nadie molesten mis palabras, pero lo que yo le he escuchao a Manuel Torre por siguiriyas, creo que Antonio lo ha mejorao. Lo que pasa es que Antonio era muy humilde y no quería ser protagonista; él siempre decía mis maestros. Yo he escuchao una grabación de Manuel y luego el mismo cante se lo he escuchao a Mairena, y me ha gustao bastante más el de Antonio.

En cuanto a la aportación de Juan, yo creo que fue el que inició una nueva forma de cantar por bulerías. Por soleá también ha hecho cosas nuevas. Que se ha basao en Mairena, por supuesto, pero después ha creao una forma personal de cantar .

-Entonces tú te sientes más vinculado al tipo de cante de Juan que a otro?

-No, no, yo me siento vinculao a toda la persona que sea creativa, porque hay que crear cosas buenas y que te duelan. Mira, bajo mi punto de vista la guitarra flamenca se toca en España gracias a Ricardo, porque Sabicas se fue a América y mandó dos LPs y Mairena ha sido el que se ha preocupao de sacar los cantes que estaban olvidaos y ha hecho muchas cosas. Porque los jóvenes antes hacíamos dos letras por soleá y siempre eran las mismas, hoy cualquier joven se puede tirar quince minutos cantando por soleá, con diferentes disonantes y diferentes letras. Por eso digo que me quedo con la persona que sea creativa. Si me apuras, me quedo con Tomás Pavón, porque creó una forma nueva de cantar, la única pena de Tomás fue ser hermano de Pastora. En alguna ocasión se ha dicho que Manuel Torre y Pastora, en su época, eran los más impuros, porque cantaron de una forma diferente. En cambio, hoy se canta lo de Manuel. Yo creo mucho en que un hombre abra la boca y a mí me den ganas de llorar, o se me ponga el vello de punta, con esto es con lo que realmente me siento vinculado.

De Caracol también se ha dicho que no era puro y yo recuerdo que estando Camarón y yo en Canasteros, en un homenaje a la Paquera, resulta que estábamos en vena los dos, nos tocaba Paco Cepero, el público estaba volcao con nosotros. De pronto, apareció detrás de nosotros Caracol y le dijo a Cepero: «Sigue, sigue...» y mira, cantó un fandango que cuando terminó le dije a Camarón: «José, vámonos par water los dos a tirar de la cadena». Y vuelvo a decir que decían que no era puro.

También se ha dicho lo mismo de Marchena y yo tengo un cante por tarantas de Marchena, que eso no lo mejora ni el que inventó los tormentos.

-Cuando te subes a cantar, ¿qué temes más, que el público esté frío o a estarlo tú?

-El público no es frío, el frío es el intérprete. Si tú sales a cantar y hay ese globo de cristal que yo digo del duende, el público lo nota. Si sales a cantar y pones el corazón, el público lo reconoce. La prueba la tenéis vosotros aquí, cuando yo vine a cantar el año pasado; puse el alma y qué pasó, que todo el mundo se puso en pie aplaudiendo.

-Suponemos que leerías la fuerte crítica que en «CANDIL» hicimos de tu New Jondo.

-Sí, sí que la leí y lleváis razón. Aquello fue una etapa que me gustaría no recordar. Pero lo hice motivao por unas circunstancias especiales y es que necesitaba dinero para comprarle un piso a mi madre.

-El año pasado -si no recordamos mal- dijistes que habías estado a punto de retirarte del flamenco. ¿Cómo es eso?

-Sí, efectivamente, esto ocurrió por razones que ahora no voy a explicar. Pero desde que vine a Jaén a cantar y tuve ese éxito tan grande, esto me dio una moral de hierro y empecé a trabajar bastante; hoy, gracias a Dios, estoy trabajando mucho y con ganas. Por eso le estoy muy agradecío a Jaén y a la Peña Flamenca de Jaén.

-Por último, Manuel, cuéntanos algún caso gracioso, alguna anécdota que te haya ocurrido.

-Hace poco me pasó un caso gracioso, y es que se acerca a mí un señor dándome abrazos, diciendo que me conocía desde chiquito, que se había criao conmigo; total, que después de estar dos horas hablando, va y me dice: «Fíjate si te conozco que hasta sé cómo te llamas», y yo creía que me iba a decir mis apellidos, cuando dice RANCAPINO. Entonces yo le contesté, llevas razón.

No hay comentarios: