19/3/07

ANTONIO FERNANDEZ "FOSFORITO" (VI)

FOSFORITO: GENIO CONTEMPORANEO DEL CANTE FLAMENCO EVOLUCIONISTA (II)

A «Fosforito» se le ha comparado nada menos que con Manolo Caracol, en la línea de las «heterodoxias» innovadoras del Cante, respetando el temperamento y el estilo personales, inconfundibles, de cada uno.
«Fosforito» ha creado su propia escuela de Cante, ajena al academicismo impecable y poderío recitativo de un don Antonio Chacón y ajena también, en lo gitano, a la imponderable escuela calé del «rajo» atávico, que sólo impulsan los milenarios duendes fragüeros, asociado con la visceralidad de una Pastora Pavón, una Fernanda de Utrera, un Manolo Caracol o un Fernando Terremoto.

Lo más curioso del caso, el payo que es «Fosforito», cantando suena mucho antes a cante cañí que a cante gachó. Esta es una de las muchas curiosidades que exhibe la genialidad artística de «Fosforito», que sabe ajustarse al compás y a los más rancios y tradicionales cánones cuando debe hacerlo, pero que también sabe apartarse de pretendidos «dogmas» flamencos, único modo de que el Cante siga vivo y actual, dentro de su exigible e ineludible marco de pureza. «Fosforito» canta puro, pero distinto, al igual que hicieran en su tiempo un «Niño Gloria», un Manuel Vallejo, un Tomás Pavón y, por qué no decirlo también -salvando las diferencias pertinentes-, un Pepe Pinto y un Pepe Tejada, el injustamente descalificado y genial «Niño de Marchena». Así podríamos seguir, «ad infinitum», trayendo a colación nombres como Juanito Valderrama y otros muchos más, que incurrieron -al parecer de algunos partidistas y racistas exaltados y miopes- en el pecado original de ser payos. Quien no esté libre de este absurdo prejuicio «tradicional», aunque exaltado «ad libitum» en tiempos muy recientes por algunos seguidores de algunas escuelas muy significadas -ex- celentes e indiscutibles, cierto es- deben ahorrarse la pena y la fatiga de seguir leyendo este modesto ensayo.

La grandeza del Cante Flamenco surge, tanto de lo sustantivo -los palos, los cantes- como de lo adjetivo -las formas, las interpretaciones, los estilos, la evolución- y, con gran frecuencia, lo adjetivo puede primar sobre lo sustantivo -sin ignorar jamás esto último-, transformando lo pequeño, lo chico en grande y viceversa. En «Fosforito» se conjuga un sano equilibrio entre el fondo y la forma; por esta razón podemos hablar de él como de un auténtico artista.

Como no podía dejar de ocurrir en el caso que aquí consideramos, también existen muy dignos y respetables discrepantes sobre la auténtica dimensión del arte de «Fosforito». Valga, a este respecto, como único botón de muestra la opinión de A. Alvarez Caballero (Historia del Cante Flamenco, Alianza Editorial, 1981), que opina que el arte de «Fosforito» adolece de exceso de perfeccionismo estudiado, rutinario, rígido, teatral y reiterativo..., «más mecánico, que verdaderamente inspirado y de jondura flamenca...». Evidentemente, sobre gustos y opiniones -máxime dentro del ámbito de apreciación del Cante Flamenco- cada uno es muy libre de expresarse de conformidad con lo que siente y de cómo lo siente. No existe, evidentemente, un patrón universal que dé la medida absoluta del Arte, por naturaleza subjetivo.

En todo caso, podemos asegurar que «Fosforito» llega cantando y no hay peligro de confundirle con otro... más que consigo mismo, que no es poco, dentro de un entorno artístico que es patrimonio de millares de cantaores, muchos de ellos buenos artistas.

Entremos ahora, a vuelapluma, en el tema de las tan traídas y llevadas «Llaves de Oro del Cante», que tiene más interés para presumir de «currículum» que verdadero significado objetivo, hablando en términos relativos. Aquí podría traerse a colación el siempre vigente dicho de que «ni son todos los que están, ni están todos los que son», si bien introduciendo una corrección consistente en ignorar la primera parte de la frasecita, que libera de toda duda razonable a Tomás «El Nitri», a Manuel Vallejo y a Antonio Mairena. ¿Qué pasa entonces con la cuarta «Llave de Oro? , ¿quién se la merece más? Esta es precisamente la segunda parte de la sentencia, muy fácil de contestar: se podrían haber otorgado muchas más «llaves» y se pueden otorgar algunas más actualmente. No entraremos aquí a considerar a quiénes se les podrían haber otorgado tales «llaves», pero sí diremos que un indiscutible candidato a una nueva de tales concesiones es precisamente «Fosforito», y me ahorraré nuevamente el esfuerzo de pronunciarme sentenciosamente sobre el número que su candidatura ocupa en el «ranking», por razones análogas a la antes ya expuesto. En cambio, sí me atrevo a pronunciarme sobre en qué grupo o categoría cabe clasificar al respecto a «Fosforito»: no en primera, sino primerísima.

No podría dejar de concluir este breve ensayo y semblanza sobre nuestro cordobés maestro, sin dejar de aludir al justo reconocimiento y homenaje que con motivo del XXV aniversario de su triunfo de 1956 en Córdoba tributó el Excmo. Ayuntamiento de Córdoba a este artista, cuyo arte en el Flamenco alguno ha comparado, con acertado símil taurino, más próximo a Juan Belmonte -por la excelencia de su arte, habida cuenta de sus mermadas facultades- que a Joselito «El Gallo» -por su poderío y facultades naturales-, dedicándole como especial regalo de Bodas de Plata por su referido triunfo un magnífico libro, primorosamente presentado, derrochando gusto y estética bibliográfica, que apareció publicado en 1981 y a precio auténticamente popular, lo que dice mucho en favor de la idea y finalidad que perseguía con ello la Comisión Organizadora de dicho homenaje. En dicho libro, profusa y artísticamente ilustrado, de selecto y variado contenido gráfico y pictográfico, se ponen de manifiesto, con generosidad y justicia, las excelencias personales y las cualidades artísticas de «Fosforito», a través de extractos de textos y comentarios, reproducciones pictóricas, dibujos y fotografías, elaborados por prestigiosos escritores, poetas, aficionados y entendidos del Cante Flamenco, locutores de radio, pintores, dibujantes y fotógrafos de nuestro tiempo. Dicho libro incluye, además, un extenso «currículum» del artista en el que figuran numerosas peñas flamencas que llevan su nombre, abundantes concesiones de insignias de oro, diplomas, placas, bandejas, trofeos, catavinos y otras distinciones de la más variada índole, cerrando el libro una enumeración de su extensa y variada producción discográfica, grabada por las más importantes y prestigiosas firmas del disco.

4 comentarios:

moderngreetings.com dijo...

ANTONIO FERNANDEZ "FOSFORITO" (VI) is indeed one of the best singers. He sings very well during his days.

return address labels dijo...

I want to be a singer like you.

Christmas Cards dijo...

I am a fan of yours. I love your voice.

Wedding Engagement Invitations dijo...

I love to know more of the works of Antonio Fernandez. He contributed a lot of interesting works to people.