19/2/07

ARBOL DEL TANGO GITANO (I)

(publicado en CANDIL nº 26, marzo-abril 1983)

Por Manuel Yerga Lancharro


TANGO: Cante atribuido a la raza gitano-andaluza. Su raíz suponemos está en Sevilla, Cádiz o Los Puertos. Sus tercios son lentos. Fueron eminentes intérpretes, entre otros, La Niña de los Peines, Juanito Mojama, Manuel Torre, Fernando el Herrero, Don Antonio Chacón, El Niño de la Isla, Aurelio de Cádiz y El Niño Medina.

TIENTOS: Hijo del Tango gitano. Su creación también se le atribuye a nuestros compatriotas gitanos. De tercios aún más lentos que los de su genitor. Fueron grandes intérpretes los mismos que he reseñado para el Tango.

TANGO LIGERO: De Cádiz. Hijo del tango gitano. De tercios más ligeros que los de su padre. Tuvo su mejor intérprete en La Niña de los Peines y Manolo Vargas.

TANGUILLO: De Cádiz. Nada tiene que ver con el de Málaga. De tercios muy ligeros y de aire festero, se sale, desde mi punto de vista, fuera de la órbita flamenca para situarse en un plano altamente chuflanero y carnavalesco. El «Chato de las Ventas» nos legó varias grabaciones jocosas, con letras propias exquisitamente interpretadas. También Manolo Vargas grabó tanguillos con mucha sal.

En los primeros años de este siglo, el nombre de TANGO GITANO dejó de figurar en las caras de las placas gramofónicas, como consecuencia de una inexplicable absorción por su hijo el TIENTOS.

Ante este lamentable hecho cabe preguntarse: ¿cuál fue la causa de esta absorción? ¿No será, quizá, que la guitarra impuso a ambos cantes un mismo compás? Pero aunque lleven el mismo compás, ¿es que nadie distingue el TANGO GITANO hecho grande en las voces de La Niña de los Peines y Juanito Mojama, entre otros? ¿Cuál es la causa por la que hoy, los intérpretes actuales confunden el TANGO GITANO por el TIENTOS y cuando creen estar cantando por TANGO GITANO lo hacen realmente por TANGO LIGERO? ¡Qué pena, señores! No comprendo por qué no se rehabilita el antiguo TANGO GITANO y se suprime la denominación de TIENTOS.

Modestamente creo, que esta sería una fórmula ideal para eliminar el confusionismo que reina en la actualidad.

Otra fórmula podría ser la de suprimir el nombre de TIENTOS y restaurar el de TANGO-TIENTOS con que nuestros cantaores lo conocieron durante la década de los años veinte y si este título no agrada a la mayoría de artistas y aficionados, denomínese definitivamente TANGO GITANO, que es su auténtico «nombre de pila».

Para que puedan hacerse una idea del confusionismo que en la actualidad reina entre algunos cantaores profesionales relataré una anécdota que me sucedió en el mes de octubre de 1980. Con el deseo de escuchar cantes antiguos me visitó un cantaor, quien mostró su predilección por oír TIENTOS cantados por La Niña de los Peines. Yo que de forma inconsciente he regalado la mitad de mi archivo, sin recibir a cambio más que adulaciones y sinsabores, opté por cantárselos yo mismo, que por lo «bajini» aún puedo defenderme. De esta forma no se llevaría las grabaciones que pretendía.

Así pues, tras la interpretación de un TANGO GITANO, él me dijo que aquello era TIENTOS. No le repliqué. A continuación canté por TIENTOS y esta vez acertó. Acabada mi interpretación le pedí que me cantara en vista de que yo no lo había hecho -según él- por TANGO GITANO. Rápidamente lo hizo, pero ¿qué cantó? Un TANGO LIGERO. Esta vez no pude callar y traté de convencerlo, pero no me hizo caso. Así pues, desvié la conversación hacia otros derroteros y me abstuve de promover ninguna discusión en mi propio domicilio.

(continuará)

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